Fue al
notar que ya no estabas
cuando
mi vida se desglosó,
pues quedó allí, tendida e inerte.
Pero el
tiempo continuó fluyendo,
y
pasaron horas, días, meses;
demasiados almanaques.
Yo he
seguido transitando
pero mi
existencia quedó allí;
detenida, tendida, inerte.
© Orlando
F. Menéndez