Emergen solas las letras
pues son ardientes y tuyas.
Y modelan tu silueta
delicada y tan sensual.
que dimana esplendorosa
tu hermosura que ilumina
generando deslumbrante
esas luces tan sensuales
de tus ojos y tu boca
de tus pechos y tus piernas
y de tu piel que tan tersa
estremecen a mi ser.
Y me encuentro anhelante
al tenerte entre mis brazos
y este sentirte muy mía
por el abrazo, ajustados,
en el vaivén del amor.
Pero la música es tuya
porque hoy estas estrofas
con el fragor de tu ritmo
en la melódica unión
con tu ajetreo me mostraste
satisfechos y en la calma,
que... ¡el poema eres tú!
© Orlando F. Menéndez