Las ramas se ven secas,
pues es bastante
empero hay una hojuela
como colgante.
Movida por el viento
tenaz se aferra,
y asiéndose a la vida
no cae a tierra..
La ráfaga otoñal
con su fiereza,
le trata de quitar su
naturaleza.
No espera que los días
se compadezcan,
mas sueña amaneceres
que reverdezcan.
Y sabe que el destino
habrá cambiado
si llega ese momento
tarde o temprano.
El ciclo de su vida
se habrá cumplido
si el aire de poesías
no ha concluido.
Orlando Francisco Menéndez
13/06/2009 20:25