Las ramas se ven secas,
pues es bastante
empero hay una hojuela
como colgante.
Movida por el viento
tenaz se aferra,
y asiéndose a la vida
no cae a tierra..
La ráfaga otoñal
con su fiereza,
le trata de quitar su
naturaleza.
No espera que los días
se compadezcan,
mas sueña amaneceres
que reverdezcan.
Y sabe que el destino
habrá cambiado
si llega ese momento
tarde o temprano.
El ciclo de su vida
se habrá cumplido
si el aire de poesías
no ha concluido.
Orlando Francisco Menéndez
13/06/2009 20:25
Querido Amigo*
ResponderEliminarMuy bello escrito, Hermoso con mucho sentimiento, me encanto leer algo tan lindo* también quiero agradecer tu presencia en m blog muchas gracias! eres muy gentil para mi, es un Honor recibir tus comentarios... Un beso y un saludo hasta muy pronto.
Gracias por tu buen comentario, Sussy. También un beso para ti.
ResponderEliminarExisten muchos como esa hojuela, que sienten el declinar de sus otoños, pero aferrados a la vida, soñando amaneceres, esperan sus retoños en cada primavera.
ResponderEliminarEn cambio la hojuela, sabe que su destino cambiaría si no se aferrara más a la vida; entonces termina soltándose para que su ciclo concluya mientras ella va muriendo volando en Poesías.
Un beso grande, Poeta
María
María:
ResponderEliminarGracias por tu poética apostilla interpretativa.
Un beso.
Orlando
¡¡ que hermosas son tus posias!!
ResponderEliminarun gran beso a la distancia, pero con el corazón cerca
¡¡ felicitaciones amigo !!
Hola Orlando,
ResponderEliminarsentí un despliegue de almas en tu poesía...
Te mando un gran abrazo.
Gracias Nita. ¡Pero no estamos tan distantes! Un beso amiga.
ResponderEliminartu poema es grandioso muy bueno, la neta escribes genial.
ResponderEliminarPRECIOSO!! me encanta dejarme caer por aquí,son hermosos, Un besazo, desde Zaragoza!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar