Estoy feliz porque nunca
supe quejarme de nada.
Al ver mi vida pasada,
y el futuro que avizoro,
que deseo y que atesoro;
no siento agobio por nada.
Anhelando el nuevo mundo
con corazón y con mente
es agradable el presente
aunque todo se padezca.
© Orlando F. Menéndez
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