Algunas veces surge un verso blanco;
es decir, poesía con métrica sin rima.
Cual bella flor
como no hay otra
que me prodiga
tanta alegría.
Como en el lago
de la deltilla
aquella tarde
bajo una sombra.
Y demás noches
con sus acordes
siento en mi alma
melodía tuya.
Quién, sino tú,
cual bella esposa
que con abrazos
de amor cobijas.
Orlando Menéndez
Excelente poema, querido Orlando... Señor Poesía, te abraza mi corazón, con admiración y cariño.
ResponderEliminarIsabel.
Ah, querida Isabel, me hace bien el elogioso mote con que me expresas tus bondadosos reconocimientos. Mi agradecimiento e igual sentimiento hacia ti y tu labor poética.
ResponderEliminarBello poema, lo disfruté mucho.Tiene música, se puede escucharla al leerlo.Besos
ResponderEliminarGracias, Diana.
ResponderEliminarMe agrada que sepas apreciarlo.
Cariños.