sus grises en húmeda templanza
de viento, de llovizna y de su danza
feliz, porque está abierta mi persiana.
Incierta ella comprende que dimana
su verbo que sirviéndome me alcanza
e inspira con sonido de bonanza
vertiéndome un soneto como hosanna.
Los grafos mientras sorbo mi
infusión
son música amable que me
sana
pues cálidos me brindan vocación.
Y en taza de café como tisana
se oculta mi sentir de
corazón
en plectro algo precario de
ventana.
Mi lluvia de abrazos con admiración y cariño para ti, amigo Orlando. Qué lindo brota la poesía en tus manos. Intuyo cómo Azarosa la ventana, se satisface con tu soneto con aroma a café.
ResponderEliminarGracias, amiga Isabel:
EliminarEstuve pensando que no escribo tan a menudo como antes. La mañana de ese viernes amaneció húmedo, lluvioso y con viento; era un día para escribir. Me senté y miré hacia la ventana…
Agradezco mucho todo lo que dices en tu comentario. Desde Mar del Plata hasta Morelia, también extiendo mis brazos hacia ti, querida amiga. Y gracias, otra vez.