El dorado Sol me acariciaba
en sentimientos puros y sanos
con tu cabello entre tus manos
brillo de tus ojos yo miraba.
Y en ese baile de tu candor
mientras juntabas las rojas flores
yo percibía que tus amores
aún encerrabas en tu interior.
Saqué palabras de mi mutismo
y tu mirada se posó en mí
húmedos labios de carmesí
pensando ambos en eso mismo...
. . . . .
Ya con la Luna y abrazados
sin importarnos que piensen otros
hablamos todo lo de nosotros
con las sonrisas de estar cansados.
Orlando F. Menéndez
14/09/2008 20:48
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