me despierto y me incorporo enseguida,
me aseo y en espejo veo mi vida,
y agradezco simplemente lo existido.
Como siempre, me dirijo a la cocina
casi el templo en que realizo mi ritual:
prepararme el café que ya es usual
pero siempre descubrirlo me fascina.
No es tedioso entregarse a la rutina
para mí es revelación de cada día
que me inspira y que le da a mi poesía
los sabores de encuentros en cantina.
Pues ayer ha sido igual y no lo dudo
que mañana en otro día, Dios mediante
lograré darle a mi vida otro instante
de impensada tarea a la que aludo.
Es el mero placer de estos detalles
lo que me hacen entender mi ya sentida
linda frase: “Sé feliz en esta vida
en cualquier condición en que te halles”.
Orlando Francisco Menéndez
04/07/2008, 13:10 Argentina
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