Esa brisa entre el follaje susurraba
destellando la Luna que aún me asombra
y el vaivén de las ramas que bailaban
luminares de plata entre la sombra.
Y ese canto de mar que no se oía
pues en calma de espejo y alisado
tú tan sólo entregada fuiste mía
y hoy recuerdo silente lo pasado.
Orlando Francisco Menéndez
08/12/2008 03:00
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