ME PRESENTO y digo

A conocer a alguien más,
me presento, y les digo:
que yo soy un argentino
y que vivo en Mar del Plata
y es una cosa muy grata;
considerarme su amigo.

¿Tenemos la misma mente
y la forma de pensar?...
Soy muy bueno en cocinar
–y esto no es declaración–
expreso mi aclaración
y lo quiero demostrar.

Ya tengo cincuenta y ocho
y se bien qué es el amor,
También conservo el vigor
y se bien que entre la gente
puedo encontrar quien decente
su amistad tenga valor.

Mis gustos son muy variados:
mi guitarra, y mi arte,
con mi poesía contarte
que el dibujo y la pintura
para mi es una hermosura
y alcanza para explicarte.

Mi hija es de treinta y tres
y de seis es mi nietita
¡me encanta ver su carita!
Y a mamá no he de olvidar
- precursora regular -
realmente ¡es una bendita!

Años lleva en el servicio
seguido, y son treinta y siete.
Aún con ochenta y siete
a ella nada la amedrenta;
y sigue siempre contenta
pues en el cielo ella invierte.

Logré enseñarle a mamá,
cuando yo tenía mis veinte
abrió corazón y mente
al igual que hizo mi hermana,
¡como el sol de la mañana
su amor continúa candente!

Veintiuno en la verdad
lleva mi hija querida.
Siempre fiel y decidida
y sigue aún predicando
a obstáculos enfrentando
con la esperanza de vida.

Mi vida también es bella
pues logré estar jubilado;
y ahora ya descansado
hoy puedo hacer lo que quiero;
y para serte sincero
todavía soy codiciado.

Y podría continuar,
mas resultar aburrido
pues ya no tiene sentido
y termino con el verso:
del... 70 soy converso y...
de Jehová, agradecido.

Orlando Francisco Menéndez

Mar del Plata, 24/diciembre/2007